Hogar, nuestro dulce hogar

La verdad es que se esta agusto esta noche. Estoy terminandome el café mientras escribo esta entrada y ojeo el correo electronico de varias cuentas.
De fondo el ruido del ventilador de un pc que corre Ubuntu y del que me he propuesto "dominar" sin desfallecer en el intento.

Detrás mío los dos peques descansan, Tras ha sido el último en meterse a dormir, pero el primer que es capaz de coger la postura y el sueño.

Al otro lado, tú. Dormida y bella. Bella y dormida. Me he levantado de nuevo a leer tus notitas que me hacen mis despertares en la cocina infinitamente placenteros. Estás tan cerca pero te echo tanto de menos que da la sensación de que ando escribiendote una carta.

Es curioso que tambien hayas sido tú la "culpable", eso sí, de manera indirecta, de comenzar este blog.

No aguanto escribiendo y me acerco a besarte. Enciendo la luz del cuarto de baño para no despertarte y tras mirarte mis labios besan tus mejillas, te estiras y me dices que me quieres. Sigo escribiendo. Sigo dando pasos para que este blog no quede tan solo en un "compromiso anual" y describa, muestre y exprese tantas cosas ...
Apago las luces que aún templaban nuestro saloncito hasta hace escasos segundos y veo a Tras olisqueando su premio previo a caer "roque". Lía ni se inmuta.
Voy apagando también el cafe que me queda y se me hace factible, cada vez más, la imagen real de tener mi hueco en esta vida. Voy poco a poco, sigilosamente dándome cuenta de que lo que he perseguido hace tanto tiempo, un hogar, una persona que me quiera, esa oportunidad a dos animalitos que necesitaban cariño (no vale llamarme cursi) ...esos 101 sueños que van tomando forma están aqui, tangibles, reales y a veces dolorosos.
Hogar, mi dulce hogar.
Buenas noches